Últimamente las fronteras están de moda.
Existen fronteras masivas:
dividimos los seres vivos en los reinos humano, animal y vegetal;
Entre los seres humanos nos separamos en razas, en sexos, en creencias, en edades diferentes.
Nos separan fronteras geopolíticas, nos separan barrios distintos.
Vamos estrechando el círculo para limitarnos por ideologías, por clases, apariencias.
Hay una relación directa: existen fronteras también en nuestro interior, no escuchamos nuestro ritmo propio, nuestros deseos más profundos.
El miedo del microcosmos humano se refleja en el macrocosmos mundial.
Hasta nombrar la última barrera, la frontera más temida, la muerte.
Todas las fronteras son puro sufrimiento.
Krishna en la Bhagavad Gita nos enseña a confiar.
Que las fronteras son nacidas de la mente.
Como cualquier limitación.
Incluso esa frontera tan temible es pura ilusión.
Al cerrar los ojos y centrarnos en el interior, descubrimos un espacio sin límites.
La experiencia interna con la meditación nos revela LIBERTAD.
Si las guerras nacen en el corazón de las personas,
también la PAZ nace al despertar.
Por modas más saludables para todxs*
