En este capítulo Krishna "se pone duro"... Enseña a su discípulo más querido la grandeza de su ser, en la que por supuesto también entran la fiereza, lo destructivo.
Asusta por lo inabarcable
Pero todo ese poder lo puedo experimentar dentro. Sin necesidad de observatorios astronómicos, bolas de cristal o intermediarios.
La meditación, la práctica de Yoga pura, constante, verdadera, me conecta con lo Cósmico.
Allá vamos*
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